Como ya te hemos comentado en más de una ocasión, en los pequeños detalles está la gran diferencia. Algo tan sencillo como dar un toque de color en las encimeras o en los pequeños electrodomésticos marcará un antes y un después en nuestra cocina. Por ello, hoy queremos hablarte de tres revestimientos que puedes escoger para las paredes de tu cocina, para que le des un toque de personalidad y crees un ambiente único en tu hogar.
Pero no es solo importante que te fijes en el diseño, sino en que sean capaces de resistir las condiciones de humedad y la acción de limpiadores agresivos y desinfectantes que se utilizan habitualmente en la cocina.
LADRILLO VISTO
Poner ladrillos visto es una tendencia que no pasa de moda y que le aporta calidez y personalidad a la cocina. Además, una de las grandes ventaja de tener este material en las cocinas es que tienen propiedades ignífugas e hidrófugas, y permiten una limpieza práctica y fácil.
BALDOSAS HIDRÁULICAS
Nos encantan las cocinas con un frontal de baldosas hidráulicas, ya que consigues un ambiente de lo más vintage, además de ser muy resistentes y de fácil limpieza.
También está causando furor poner suelos de baldosas hidráulicas, ya que los mosaicos hidráulicos son piezas de cemento pigmentado, por lo que el color es muy resistente y, aunque se desgaste o le salga un pico al ser golpeado, mantienen el color.
Gracias a los diseños geométricos podemos romper la monotonía del resto de la decoración del hogar y aportan vitalidad y alegría con sus colores.
HORMIGÓN O MICROCEMENTO
Otra de las tendencias que están inundando las cocinas en los últimos años son las de estilo industrial, ya sea con hormigón o microcemento, cualquiera de estos dos revestimientos pueden ser perfectos para tu cocina. El único inconveniente es que precisan una limpieza más exhaustiva, ya que si el material es muy rugoso las manchas de comida pueden incrustarse más fácilmente que sobre una superficie lisa.